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LIPOSUCCIÓN
La liposucción es quizás uno de los procedimientos más famosos en la cirugía plástica. Funciona removiendo la grasa de áreas que están más allá del alcance de la dieta y el ejercicio. Es importante señalar que no es un método de pérdida de peso, por lo cual no sustituye a la dieta y el ejercicio en esto. Por el contrario, los pacientes que más se favorecen de este procedimiento son aquellos que tienen un peso normal, y una piel firme y elástica, que pese a sus esfuerzos aún presentan depósitos de grasa en ciertas áreas. Las áreas más tratadas con liposucción son el abdomen, las caderas, los glúteos, las rodillas, el cuello, los brazos y los pectorales en hombres.
La liposucción se realiza con un tubo llamado cánula que se inserta a través de pequeñas incisiones en la piel. Un dispositivo especial de succión se conecta a la cánula y la grasa es aspirada del cuerpo. El procedimiento puede durar entre 1 y 3 horas, dependiendo del tamaño de las áreas a tratar. Con respecto a la anestesia a utilizar, esta decisión depende de la preferencia del cirujano y el paciente, así como de la extensión de la cirugía. Después de la cirugía, el paciente debe ser envuelto en con vendajes de compresión o ropa elástica, que debe mantener las 24 horas del día durante 2 semanas, y luego durante otras 4 a 6 semanas, de manera más irregular. Esto con el fin de minimizar la inflamación y ayudar al cuerpo a adaptarse a su nueva forma. Cuando el procedimiento es mínimo, los pacientes pueden volver al trabajo en uno a dos días. Sin embargo, cuando la liposucción es extensa, los pacientes pueden volver a sus rutinas en 3 a 4 semanas. Los resultados de la cirugía son permanentes, siempre y cuando el paciente mantenga un peso estable.
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