RINOPLASTIA
Realizada desde el año 500 A.C., la rinoplastia es una de las cirugías plásticas más comunes, versátiles y que más se adaptan al paciente. Es un procedimiento quirúrgico que consiste en cambiar la forma de la nariz. Se puede aumentar o disminuir el tamaño de la misma, se puede cambiar la forma de la punta, del dorso o inclusive de las fosas nasales. En ocasiones, el paciente además del deseo de la cirugía estética, tiene necesidad de una corrección anatómica debido a dificultad para respirar y estas pueden realizarse durante la misma intervención. La nariz no para de cambiar hasta los 16 años por lo cual esta es la edad mínima para someterse a esta cirugía.
La rinoplastia de reducción reduce el tamaño de las estructuras de la nariz, sin modificar la piel. Las incisiones son realizadas por dentro de las fosas nasales y a través de estas es posible modificar el hueso y cartílago de la nariz para darle la apariencia deseada. Esta técnica disminuye el grosor de la nariz. También es posible reducir el tamaño de las fosas nasales, así como adelgazar la punta de la nariz cuando esta es abultada, removiendo los cartílagos que allí se encuentran. En algunas ocasiones, para mejorar la armonía facial es recomendable realizar otros procedimientos junto a la rinoplastia como por ejemplo la colocación de un implante de mentón.
Después de la cirugía, es normal presentar hematomas e inflamación, sobre todo alrededor de los ojos, y esto puede tardar en desaparecer hasta 3 semanas. Tras este tiempo la inflamación debe haber disminuido lo suficiente como para tener una apariencia normal.